La ciclista de SD Worx habla sobre el ‘momento LeMond’ del ciclismo femenino, pero destaca a las ciclistas del pelotón que no ganan nada
En la década de 1980, Greg LeMond fue el primer ciclista profesional a quien su equipo le pagó un millón de dólares, allanando el camino para un desarrollo que no se ha detenido desde entonces, convirtiendo a muchos de los mejores ciclistas masculinos en millonarios.
Informes recientes dicen que el UAE Team ADQ se acercó a la ganadora del Tour de France Femmes, Demi Vollering (SD Worx-Protime), con la oferta de 1 millón de euros al año, y ciclismonoticias preguntó a la compañera de equipo de Vollering, Lorena Wiebes, sobre su opinión al respecto en la conferencia de prensa después de su victoria en la etapa 1 del UAE Tour Women el jueves.
“Es una locura”, fue directo Wiebes. “Cuando comencé en el Parkhotel Valkenburg, estaba feliz de convertir mi hobby en mi trabajo, pero nada de eso. Para mí no todo es dinero, porque también necesitas estar en un equipo en el que te sientas bien”, recordó sus inicios como joven ciclista y enfatizó que el dinero no lo es todo.
Señaló que la distribución del dinero dentro del pelotón es tan importante (posiblemente incluso más importante) que el crecimiento de los salarios de los mejores ciclistas.
“Es bueno que los salarios estén subiendo, pero también debemos pensar en los demás corredores, no sólo en los mejores. Yo diría que Demi lo vale, pero también es importante que los pilotos de apoyo tengan un buen salario; Son realmente importantes en las carreras”.
Esta es una opinión generalizada en el pelotón femenino, donde las corredoras aprovechan, una y otra vez, para pedir salarios más altos en todos los ámbitos o una mejor cobertura televisiva. También consideran, por ejemplo, más premios en metálico, un paso menos importante a dar en este momento en el desarrollo del ciclismo femenino.
Si bien los 15 equipos mundiales femeninos deben pagar a sus ciclistas un mínimo de 35.000 euros (empleados) o 57.400 euros (autónomos) en 2024, todavía no existe un salario mínimo para las ciclistas de los equipos continentales femeninos. Mientras que las grandes estrellas ganan fácilmente seis cifras, otros corredores del mismo pelotón compiten gratis y, como demostró el caso del año pasado con el Zaaf Cycling Team, todavía sucede que los corredores ni siquiera cubren sus gastos.
“Todavía hay corredores en el pelotón que no ganan nada. Es muy importante que ganen al menos algo por las carreras y no sólo por un dorsal y una camiseta”, dijo Wiebes al respecto.
Aunque Vollering no ha firmado el rumoreado contrato, es sólo cuestión de tiempo antes de que ella u otra ciclista estrella siga los pasos de LeMond y se convierta en la primera ciclista femenina en ganar un millón al año.
Este avance debe considerarse un paso más en el camino hacia la igualdad con el deporte masculino. Pero al mismo tiempo, es importante que el deporte no se quede pequeño centrándose únicamente en los grandes nombres: ni siquiera la mejor ciclista del mundo podría lograr nada sin su equipo.