Elegir qué comer cada día puede parecer una decisión trivial, pero si alguna vez te has parado frente al refrigerador preguntándote qué preparar que sea realmente sano, no estás solo. Con tantas opciones y tendencias alimenticias, resulta difícil saber qué es realmente bueno para el cuerpo. Sin embargo, un grupo de científicos de la Universidad William Paterson, en Nueva Jersey, ha arrojado algo de luz sobre esta cuestión al identificar cuál es, según sus datos, el alimento más nutritivo del planeta.

El cressón: pequeño, verde y lleno de poder

Imagina que existiera un alimento tan completo que con solo 100 gramos cubriras todas tus necesidades diarias de vitaminas y minerales esenciales. No es una fruta exótica del Amazonas ni un suplemento en polvo con nombre impronunciable. Es algo tan sencillo y accesible como el cressón (también conocido como berro).

Este vegetal de hoja verde, de sabor ligeramente picante, obtuvo una puntuación perfecta de 100 en el índice de densidad nutricional creado por los investigadores. En otras palabras, es el único alimento capaz de cubrir el 100% de las necesidades diarias en nutrientes como potasio, hierro, calcio, fibra, proteínas y vitaminas A, B6, B12, C, D, E y K. Todo esto con solo 21 calorías por porción. Difícil de superar.

¿Por qué deberías darle una oportunidad?

Recuerdo la primera vez que probé el cressón: fue en una sopa casera en casa de una amiga en Normandía. Al principio pensé que sería uno de esos vegetales “saludables pero insípidos”. Para mi sorpresa, tenía un gusto fresco, con un punto picante parecido a la rúcula o la mostaza. Esa noche dormí como un bebé y al día siguiente, me sentí con una energía que no podía atribuir al café.

Más allá de las sensaciones personales, hay razones objetivas para incorporar el cressón en tu dieta. Estudios recientes destacan sus propiedades antioxidantes y depurativas, lo que ayuda al cuerpo a eliminar toxinas y combatir la inflamación. También se le atribuyen beneficios para la salud ocular, la piel y el sistema inmunológico.

Cómo elegir y conservar el cressón

Si te animas a incluirlo en tu dieta, presta atención a su frescura. Un buen cressón debe tener hojas firmes, de color verde intenso y sin manchas. Si las hojas están marchitas o amarillentas, probablemente haya perdido parte de sus nutrientes y sabor.

Se recomienda consumirlo dentro de los dos días posteriores a la compra. Lo ideal es guardarlo en la nevera, envuelto en un paño húmedo o dentro de un recipiente cerrado, para conservar su textura crujiente y sus cualidades nutricionales.

Ideas para incorporarlo en tu día a día

El cressón es tan versátil que puedes integrarlo fácilmente en tus platos. ¿Ideas? Agrégalo crudo en ensaladas, como acompañamiento de carnes o pescados, o incluso en un batido verde junto con manzana y pepino. También se puede saltear ligeramente o usar como base para una crema caliente.

En casa, a veces simplemente lo pico y lo añado al arroz o al couscous, como toque final. Es una forma sencilla de elevar un plato común a algo mucho más saludable.

Un superalimento accesible

A diferencia de otros alimentos de moda, el cressón no requiere un presupuesto elevado. Por unos dos euros la bolsa, puedes obtener una buena cantidad de este superalimento. Y lo mejor: no necesitas ser chef para aprovecharlo.

Incluir el cressón en tu dieta es una forma simple, económica y sabrosa de mejorar tu salud sin complicaciones. Puede que no sea el vegetal más popular del supermercado, pero sin duda merece un lugar destacado en tu carrito de compras.