Hoy en día, la icónica París-Roubaix ha comenzado, con los corredores enfrentando 29 sectores de adoquines a lo largo de 259,9 km entre Compiègne y el Velódromo de Roubaix. Este evento, conocido como la Reina de las Clásicas y el Domingo del Infierno, es uno de los grandes momentos del calendario ciclista. Con un clima seco hasta ahora, se espera que los adoquines sean menos traicioneros hoy. Ayer, la carrera femenina fue emocionante y definitivamente se acercó a la línea de meta, con Lotte Kopecky coronándose campeona.

La París-Roubaix es única en su clase, con 55,7 km de adoquines repartidos en más de un tercio de cada kilómetro de la segunda mitad de la carrera. Los adoquines de este evento son diferentes a los de cualquier otro, lo que la convierte en una carrera desafiante para los ciclistas. La batalla por la escapada será intensa desde el principio, ya que los corredores que logren formar parte de ella suelen tener un final destacado en comparación con otras carreras.

El corredor neerlandés Mathieu van der Poel es el favorito claro para la victoria, dado su excelente desempeño esta primavera y su brillante actuación en la edición del año pasado. Sin embargo, la París-Roubaix siempre está sujeta a la suerte, y un pinchazo o una caída pueden poner fin a las esperanzas incluso de un corredor tan fuerte como él.

¡Bienvenidos al infierno! Ha llegado el momento de la París-Roubaix, donde los ciclistas se enfrentarán a un desafío de adoquines sin igual..