¡La revolución ya está aquí! El ciclismo profesional encara una auténtica sacudida: la UCI acaba de mostrar la tarjeta roja a la máquina más aerodinámica antes de estrenarse oficialmente. ¿Estamos ante una guerra abierta entre la tecnología y el reglamento, o es solo otro capítulo de esta novela sin fin?

Factor en el punto de mira: la bici más rápida, ¿fuera antes de nacer?

La expectación era máxima. Factor presentaba su prototipo ultrarrápido, pilotado por Jake Stewart en el Critérium du Dauphiné, pero la alegría podría durarle menos que un sprint en los Campos Elíseos. El porqué es sencillo y complicado a la vez: la Unión Ciclista Internacional (UCI) ha impuesto nuevos límites a partir de 2026 en carretera y de 2027 en pista. El ancho interno máximo será de 115 mm en la horquilla delantera y de 145 mm en el triángulo trasero, unas cifras que ponen a temblar al nuevo modelo de Factor, pues según las imágenes y mediciones, parece acercarse peligrosamente—cuando no sobrepasar—ese margen.

¿Moraleja provisional? Factor podría verse obligada a cancelar la producción, con el consiguiente agujero en la cuenta bancaria. Aquí surge otro interrogante: ¿recibieron las marcas este aviso con tiempo o, como le contaban a Robin Godden de Hope, se enteraron a la vez que el resto de los mortales?

Manillares, ruedas y cascos: el nuevo orden ciclista

  • Manillares: Desde 2026, el ancho mínimo en carretera y ciclocross será de 400 mm de extremo a extremo y de 320 mm entre palancas de freno. Para pista, el mínimo bajará a 350 mm en 2027. Así, los manillares de 38 cm, populares entre los ciclistas de menor complexión o con posturas agresivas, quedarán desterrados de las competiciones UCI. Esta decisión puede golpear especialmente al pelotón femenino.
  • Ruedas: A partir de 2026, las ruedas en pruebas de carretera con salida masiva no podrán superar los 65 mm de perfil. Adiós, por tanto, a modelos como la ENVE SES 6.7, de 67 mm detrás, ¡incluso usada por Tadej Pogačar! Aunque los grandes equipos pueden adaptarse, la faena irá para los ciclistas amateurs: más gasto si quieren seguir en la brecha.
  • Cascos: Los de contrarreloj verán restringido su uso a las cronos puras: la UCI distingue ahora entre los permitidos en pruebas en línea y los reservados «exclusivamente» para contrarreloj. La intención es preservar la estética y la seguridad, frente a la generalización de cascos ultraaerodinámicos con efecto «alien» incluido.

Homologación, inspección y dopaje mecánico: crece la vigilancia

La UCI tampoco se queda corta en lo técnico-administrativo. Desde 2027, para cada cuadro y componente será obligatorio un protocolo de homologación similar al actual, con la etiqueta de certificación bien visible para todos los modelos aprobados. Así, imposible colar piezas ‘extraterrestres’ en el pelotón.

Pero atención, que el control anticorrupción también se refuerza: se mejorarán las inspecciones para detectar motores ocultos y dispositivos ilegales, y se otorgarán nuevas competencias disciplinarias para castigar el fraude tecnológico, ese enemigo silencioso al que muchos señalan con el dedo desde hace años.

¿Fin de la innovación o salvavidas para el ciclismo?

La prohibición prematura de la Factor Aero, sumada a las restricciones en ruedas, manillares y cascos, deja claro que la UCI quiere poner freno a la escalada tecnológica. Sus responsables temen que la esencia del ciclismo quede sepultada bajo capas de carbono y túneles de viento. Sin embargo, esta ola de normativas genera un mar de dudas entre marcas y equipos, temerosos de que millones invertidos en innovación acaben en el limbo reglamentario.

A partir de 2026 todo cambiará: el pelotón rodará bajo una normativa infinitamente más restrictiva. La incógnita permanece: ¿con estas medidas reinará la igualdad o simplemente comenzará una nueva batalla—todavía más encarnizada—entre la imaginación de los ingenieros y la pluma de los legisladores? Si eres ciclista, mantén los ojos abiertos… y la cinta métrica a mano: el futuro no espera, pero las reglas sí te pueden dejar fuera de juego.