Redshift se ha ganado un nicho propio fabricando, en términos generales, productos bastante especializados. Hay manillares de altura regulable para quienes necesitan una pila más alta de la que se puede conseguir normalmente, pedales con luces incorporadas, manillares de grava ensanchados con una bolsa para tentempiés incorporada y cinta de manillar extra larga para quienes prefieren los manillares anchos. Sin embargo, aquí tengo tres productos que individualmente aportan algo, pero que en conjunto suman algo mucho mejor. Todo empezó cuando estaba seleccionando una galería de tecnología de “bicicletas de la Transcontinental Race” y me di cuenta de que muchas de las bicicletas llevaban una potencia de suspensión Redshift, presumiblemente para añadir comodidad pero también control mientras se usan manillares aerodinámicos sobre carreteras en mal estado y grava.

Para probar qué tan efectivo es realmente este sistema, instalé un vástago de suspensión ShockStop (la versión normal, no “pro”), así como un juego de barras aerodinámicas de liberación rápida de la marca y una tija de sillín de doble posición, que permite mover el sillín hacia adelante y hacia arriba sobre la marcha para usar las barras aerodinámicas de manera más cómoda sin estirarse demasiado.

Configuración ultra de Redshift

Configuración ultra de Redshift