Si buscas una manera efectiva de tonificar tu abdomen sin recurrir a entrenamientos extremos, el Pilates puede convertirse en tu mejor aliado. Esta disciplina, que trabaja desde la respiración hasta la estabilidad del tronco, no solo fortalece los músculos profundos, sino que también contribuye a una mejor postura y a una silueta más estilizada. Aunque no está diseñado exclusivamente para quemar grasa, ciertos ejercicios de Pilates pueden ayudarte a reducir la grasa abdominal si los practicas con regularidad y buena técnica.
A continuación, te comparto tres ejercicios sencillos que puedes incluir en tu rutina y que, con constancia, te permitirán notar cambios reales en tu zona media.
La plancha: activar el “corset natural”
La plancha es uno de esos ejercicios que parece sencillo… hasta que lo haces bien. En Pilates, se utiliza para fortalecer el músculo transverso del abdomen, una especie de “faja interna” que estabiliza todo el tronco y protege la zona lumbar.
Para hacerla correctamente:
- Colócate boca abajo, apoyando los antebrazos en el suelo, con los codos alineados debajo de los hombros.
- Extiende las piernas hacia atrás y apoya los pies, manteniendo el cuerpo en línea recta.
- Activa el abdomen y respira de forma controlada, sin dejar que la cadera se hunda ni se eleve.
Cuando empecé a practicarla, apenas podía mantenerme 20 segundos. Ahora, un minuto se pasa volando. Y lo mejor: la sensación de fortaleza en el core dura todo el día.
Tijeras (Scissors): rotación y control para unos oblicuos firmes
Las tijeras son un excelente ejercicio para trabajar los oblicuos, esos músculos a los lados del abdomen que ayudan a moldear la cintura y estabilizar el torso, especialmente durante movimientos rotacionales.
Paso a paso:
- Acuéstate boca arriba con las piernas estiradas.
- Eleva una pierna y luego la otra, cruzándolas en el aire como si fueran hojas de tijera.
- Mantén el abdomen contraído durante todo el ejercicio para proteger la zona lumbar.
Este ejercicio me ayudó mucho a mejorar mi coordinación y a ganar conciencia corporal, algo que luego se nota incluso al caminar o sentarse.
El puente: conecta glúteos, abdomen y espalda baja
El puente de glúteos es otro de esos movimientos completos que trabaja más de lo que parece. Aunque suele asociarse con el trabajo del tren inferior, también activa el abdomen, especialmente cuando lo haces con control y sin prisa.
Cómo hacerlo:
- Túmbate boca arriba, con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo.
- Eleva la pelvis lentamente hasta formar una línea recta desde los hombros hasta las rodillas.
- Mantén la posición unos segundos y baja con control.
Lo incorporé a mi rutina tras una lesión lumbar leve, y fue clave para fortalecer la zona baja sin forzarla. Además, estiliza la figura y ayuda a mantener una postura más erguida.
Constancia y técnica: la combinación ganadora
Practicar Pilates una o dos veces por semana puede darte beneficios, pero si realmente quieres ver resultados en la zona abdominal, lo ideal es integrar estos ejercicios al menos tres veces por semana. Y más importante aún: la técnica debe ser impecable. No se trata de hacer muchas repeticiones, sino de hacerlas bien.
Si eres principiante, considera tomar al menos una clase con un instructor cualificado. Eso me ayudó a entender cómo activar los músculos correctamente y a evitar errores que podrían provocar molestias. Una vez que domines los movimientos, puedes practicarlos en casa sin problemas.
Dale forma a tu abdomen desde el centro
El Pilates es una práctica suave pero profunda, que trabaja desde el interior del cuerpo para fortalecer, alinear y estilizar. Con ejercicios como la plancha, las tijeras y el puente, puedes mejorar tu postura, activar tu core y reducir la grasa abdominal de manera progresiva y respetuosa con tu cuerpo.
Recuerda que ningún ejercicio es mágico si no va acompañado de una alimentación equilibrada y una vida activa. Pero si buscas una forma consciente y efectiva de cuidar tu figura y tu bienestar general, el Pilates tiene mucho que ofrecerte. ¿Por qué no darle una oportunidad esta semana? Tu abdomen —y tu espalda— te lo agradecerán.







