¿Sueñas con lucir ese vientre plano que parece reservado solo a las revistas? No eres la única persona en ello: la grasa abdominal no solo es un reto estético, sino que además está relacionada con riesgos de salud nada desdeñables, como la diabetes, enfermedades cardíacas o incluso ciertos tipos de cáncer. Pero, ¿existe realmente el “alimento prohibido” al final de cada comida? ¿Es posible elegir lo que comes para borrar la barriga? ¡Vamos a descubrirlo junto a los expertos!

La grasa abdominal: no solo es cuestión de estética

La grasa en el abdomen, conocida también como grasa visceral, es esa vecina incómoda que se instala sigilosamente. De hecho, suele ser más frecuente en hombres, aunque tras la menopausia muchas mujeres notan que lo que antes se alojaba en muslos se desplaza al vientre y las famosas “cartucheras”. Una de cada dos mujeres se queja de molestias abdominales o problemas de tránsito intestinal. ¿El culpable? Una mezcla explosiva de sedentarismo, estrés y, sobre todo, malos hábitos alimenticios.

Además, no solo incomoda el botón del pantalón: su exceso se asocia con un mayor riesgo de problemas graves de salud. ¿Listo para decirle adiós? Vamos paso a paso.

Derribando mitos: ¿se puede perder grasa solo en el abdomen?

Así como no se puede pedir que la lluvia moje solo tu jardín, tampoco puedes elegir que el cuerpo pierda peso solo en una zona. La reducción localizada es complicada, pero el cuerpo humano tiene buenas noticias: la grasa del vientre es muy activa metabólicamente y responde bien a ciertos cambios.

  • Si no tienes sobrepeso general, perder apenas 2 kilos puede traducirse en un vientre más plano.
  • Modera aquello que no es esencial: bebidas azucaradas y alcohólicas, picoteos dulces, chips y galletas saladas.
  • En restaurantes, opta por platos menos grasos y usa métodos de cocción ligeros como vapor, grill o papillote.
  • Prefiere productos lácteos bajos en grasa.

¿Te suena razonable? ¡Apostar por lo simple siempre es una buena idea!

¿Qué comer y cómo hacerlo para favorecer un vientre plano?

Aquí va la verdad: el alimento que debes evitar al finalizar la comida no es uno “mágico” sino todo aquello que suma azúcar y grasa innecesaria tras el plato principal. Los expertos lo tienen claro: reducir estos extras es el primer gran paso. ¿Y qué sí se recomienda?

  • Come despacio y mastica bien para evitar hinchazón tras las comidas.
  • Bebe al menos 1,5 litros de agua al día para activar el tránsito intestinal.
  • Llénate de fibra cerealera con pan integral, arroz integral o cereales enriquecidos con salvado de trigo.
  • Prefiere verduras y frutas cocidas, maduras y peladas. Y prueba tu tolerancia a las crudités, legumbres, coles, alcachofas y otros vegetales fermentables.
  • Puedes añadir un fermento lácteo tipo bifidus (como un yogur con microorganismos activos) para mejorar tu comodidad intestinal.

Pero atención, chicas: la retención de agua es un problema típico femenino, especialmente en la segunda fase del ciclo menstrual por el desequilibrio de progesterona y estrógenos. Dura aproximadamente una semana: entre los días previos y durante la menstruación. ¿Un truco? No reduzcas la ingesta de líquidos (te hincharías más), pero sí modera la sal en comidas preparadas, sopas de sobre, embutidos y conservas. Y, si quieres una ayuda natural, tómate una infusión diurética cada día a base de plantas como cola de cereza, fresno, abedul o reina de los prados. Sin pasarte: ¡nunca más de una semana para no poner perezosos a tus riñones!

El movimiento, tu mejor aliado contra la barriga rebelde

No solo de cocina vive el vientre plano: la grasa abdominal responde muy bien al ejercicio. Eso sí, olvídate de hacer mil abdominales rezando por milagros instantáneos. El entrenamiento de alta intensidad (HIIT), con series rápidas seguidas de recuperación activa, es especialmente eficaz para perder grasa en la zona media.

  • Las sesiones de HIIT duran de 20 a 30 minutos e incrementan la liberación de hormonas que activan la quema de grasa.
  • El ejercicio aeróbico como correr, nadar o andar en bici ayuda a perder grasa en todo el cuerpo.
  • Pero es el entrenamiento muscular el que más efecto tiene sobre la grasa abdominal.
  • Recuerda: con los años, si no mantienes tus músculos, pierdes masa muscular y el vientre parece más abultado, especialmente si la postura no acompaña.
  • Abdominales bien ejecutados (trayendo el ombligo hacia dentro) y actividades regulares como natación, baile, yoga, pilates o artes marciales, activan tu “powerhouse”.

Conclusión: ¿Quieres un vientre plano? Alterna trabajo muscular, sesiones HIIT y una dieta equilibrada, rica en fibra y baja en grasas y azúcares. Y si tienes que evitar algo al final de cada comida, que sean esos pequeños “caprichos” altamente calóricos y azucarados. Elige moverte, come bien y mastica despacio: tu vientre (¡y tu salud!) te lo agradecerán.