Lava tu bicicleta después de montarla para eliminar la suciedad y mantenerla funcionando sin problemas.
Una bicicleta funciona mejor, dura más y luce mejor cuando está limpia. Eso hará que disfrutarlo sea más placentero y le permitirá ahorrar dinero a largo plazo.
Si bien puede resultar tentador dejarla en el cobertizo hasta el próximo viaje, incluso dedicar unos minutos a intervalos regulares mejorará su experiencia de conducción y la longevidad de su bicicleta.
Independientemente de la forma que tengan las barras o de cuántas piezas de suspensión tenga su bicicleta, cualquier acumulación de suciedad desgastará las piezas móviles si se deja así. Tan importante como es limpiar tu bicicleta después de un viaje sucio y húmedo, también sigue siendo clave después de un viaje seco y polvoriento.
A continuación te explicamos cómo limpiar tu bicicleta de carretera o de montaña en siete sencillos pasos.
Elementos básicos para el lavado de bicicletas
- Fuente de agua: un balde o una manguera de jardín. Se puede usar un lavado a chorro/limpiador a presión, y aunque no se sabe si fuerzan a que la suciedad pase a través de los sellos y reducen la vida útil de los cojinetes o bujes, definitivamente es mejor no apuntarlos directamente a los sellos de los cojinetes o de la suspensión.
- Puesto de trabajo: opcional, pero sin duda útil
- Pinceles: Varias marcas ofrecen un ‘kit de cepillos para lavar bicicletas’ con cepillos para las distintas aplicaciones, pero si no los tienes, un par de cepillos de dientes y un cepillo recogedor viejo serán suficientes.
- Dispositivo de limpieza de cadena: o un cepillo de dientes específico de cerdas duras si no tienes uno
- Desengrasante
- Líquido para lavar bicicletas: preferiblemente ambientalmente racional
- Lubricante de cadena
- Toalla de papel: o trapo
- Gamuza
Cómo limpiar una bicicleta en 7 sencillos pasos
Paso 1: Limpiar la transmisión
Si tiene un dispositivo de limpieza de cadenas, utilícelo para limpiar la cadena. Si no, simplemente tendrás que aplicar el desengrasante y utilizar una brocha. En cualquier caso, necesitarás el cepillo para el cassette y el(los) desviador(s).
Si desea saber todo lo que hay que saber sobre la limpieza de la cadena de una bicicleta (y probablemente más), consulte nuestra guía independiente ultra detallada.
Asegúrate de tener un cepillo específico para tu transmisión y no lo uses en ninguna otra parte de la bicicleta, especialmente en los frenos; contaminar la superficie de frenado con suciedad de la cadena arruinará el rendimiento y puede obligarte a reemplazar las pastillas de freno.
Es posible que necesites usar algo para quitar la suciedad rebelde de lugares como las ruedas jockey, y algunos cepillos tienen un mango en forma de gancho exactamente para esto. Un destornillador de punta plana y un punzón pueden ayudar aquí.
Paso 2: limpie los discos o la superficie de frenado
En este punto, es aconsejable limpiar los discos o la superficie del freno de llanta.
Por muy cuidadoso que seas limpiando la cadena, siempre existe la posibilidad de que la suciedad llegue a los rotores. También puede causar problemas con los frenos de llanta.
Rocíe un poco de desengrasante en una toalla de papel limpia y limpie alrededor de los rotores.
Paso 3: Enjuague y aplique detergente.
Utilice su manguera, o balde y esponja, para mojar la bicicleta y eliminar la mayor parte del barro y la suciedad que se haya acumulado.
Si está utilizando un lavado con chorro, aléjese bastante o baje la intensidad.
Pulverizar detergente a lo largo de los tubos principales y las zonas más afectadas por la suciedad.
Paso 4: Limpiar con cepillo
Después de algunas limpiezas, desarrollará su propia rutina: de adelante hacia atrás o de arriba hacia abajo. Preste atención a las piezas móviles y utilice un cepillo más pequeño para llegar a espacios más estrechos.
Los cepillos combinados con el detergente soltarán la mayor parte de la suciedad restante de la moto. Recuerde las partes inferiores y las partes incómodas que también necesitan atención. Un trapo viejo es muy útil para enhebrar detrás de áreas estrechas como las bielas y el desviador delantero.
Paso 5: enjuague
Utilice agua dulce para enjuagar la bicicleta. Gire cada rueda para enjuagar todo el detergente de la banda de rodadura. Comprueba que se haya quitado toda la suciedad y revisa con el cepillo si queda algo, luego enjuaga nuevamente.
Paso 6: secar
Si tienes un soporte de trabajo, ahora es un buen momento para trasladar la bicicleta a él. Utilice un paño de cocina viejo o una gamuza si tiene uno para secar la bicicleta.
Luego, evitando cuidadosamente las superficies de frenado, púlelo con PTFE o spray de silicona. Frótelo con una toalla de papel o un paño suave. Esto no solo hará que tu bicicleta brille, sino que también reducirá la cantidad de suciedad que se adherirá a ella en la próxima salida.
Paso 7: lubricante
Aplique lubricante a la cadena mientras gira los pedales. Presta atención a las recomendaciones del fabricante porque es muy fácil exagerar con el lubricante.
Si la bicicleta no está en un soporte, tendrás que girar los pedales hacia atrás. Utilice un lubricante dispersante de humedad en los pivotes del desviador, teniendo mucho cuidado de evitar las superficies de frenado.
Más sobre limpieza y mantenimiento de bicicletas
Sabemos que no siempre es fácil realizar una limpieza completa como se demuestra en este artículo, por lo que hemos elaborado una guía separada sobre cómo lavar una bicicleta con chorro de agua de manera segura para aquellos ciclistas con menos tiempo libre.
Si desea saber todo lo que hay que saber sobre la limpieza de la cadena de una bicicleta (y probablemente más), consulte nuestra guía independiente ultra detallada.
Limpiar tu bicicleta también presenta una buena oportunidad para asegurarte de que todo funciona como debería. Realizar una verificación M básica debería resaltar si es seguro andar en bicicleta o si los componentes están a punto de estropearse, pero tenga cuidado de evitar estos errores comunes de mantenimiento en el hogar.