'Coraje, determinación y perseverancia': O'Connor aún no ha terminado con el maillot rojo de la Vuelta a España
Para colmo de males, Ben O'Connor finalmente descendió Lagos de Covadonga por segunda vez el martes por la noche cuando se enteró de que le habían impuesto una multa de 1.000 CHF y le habían descontado 20 puntos UCI por sus problemas después de la etapa 16 de la Vuelta a España.
La acusación –“no asistir a las ceremonias oficiales o no respetar el plazo de 10 minutos después de que el ciclista cruza la línea de meta”– parecía más bien una manifestación de exceso de celo oficial. Seguramente, parte de la responsabilidad recaía en la organización de la carrera, que no tenía un acompañante a mano para acompañar a O'Connor desde la línea de meta hasta el podio, unos cientos de metros más abajo de la cima.
No obstante, O'Connor soportó la dura prueba con buen humor cuando llegó a la zona mixta de Arnuero antes del inicio de la etapa 17, aprovechándose del par de horas que perdió al descender Lagos de Covadonga y luego volver a subir con escolta policial.
“La ducha llegó un poco tarde, pero llegué al hotel a la misma hora que los chicos, así que no fue lo peor”, sonrió O'Connor, aunque confesó que estaba un poco molesto por la sanción impuesta. “No es que me la haya saltado deliberadamente o que haya elegido perdérmela. De todos modos volví a subir. Pero ellos lo hacen como lo hacen, así que no puedo decir nada más al respecto, para ser justos”.
La actuación atlética de O'Connor en Lagos de Covadonga quedó, como el propio corredor tras la etapa, algo perdida en toda esa niebla, pero hizo lo suficiente en la montaña sagrada de la Vuelta para aferrar el maillot rojo a cinco segundos de Primož Roglič (Red Bull-Bora-Hansgrohe).
“Sí, pero definitivamente me hubiera gustado tener más segundos puestos”, dijo O'Connor. “Es una pena porque, al final, creo que no hice una carrera tan mala en Covadonga. Al final, creo que todos los que estaban adelante hicieron una carrera muy buena”.
A pesar de la escasa ventaja y de las condiciones de humedad, el maillot rojo de O'Connor nunca estuvo bajo ninguna amenaza real en el camino a Santander en la etapa 17. El australiano llegó a la meta sano y salvo en el pelotón principal, aunque no pudo contar con los servicios de su guardaespaldas habitual en situaciones como esta, Sander De Pastel.
“Lamentablemente, tuvo que abandonar la carrera esta mañana, así que fue una pena no poder contar con él en días como hoy”, dijo O'Connor en la rueda de prensa en Santander. “Hoy teníamos a Clément Berthet y Valentin Paret-Peintre en cabeza, pero creo que Clément tuvo un problema con la moto al final, así que al final me quedé flotando”.
Mundos
A pesar de los estrechos márgenes, O'Connor será el favorito para hacer otro viaje al podio en Maestu después de la etapa 18, pero sabe que esta carrera se decidirá en última instancia por los finales en alto en el Alto de Moncalvillo y Picón Blanco, así como la contrarreloj final en Madrid.
“Voy a seguir como lo he hecho durante toda la carrera”, dijo O'Connor sobre su estrategia a partir de ahora. “Con coraje, determinación y un poco de perseverancia, he conservado este maillot todo el tiempo que he podido y espero que pueda seguir llevándolo sobre mis hombros unos días más”.
O'Connor confirmó el miércoles por la noche que la Vuelta será su última carrera con Decathlon-AG2R antes de su paso a Jayco-Alula. Su única competición restante en 2024 será el Campeonato Mundial de Ruta UCI en Zúrich, donde planea participar en la carrera en ruta, la contrarreloj y el relevo mixto. “Alargar la temporada hasta octubre sería como clavarme un cuchillo”, sonrió.
Incluso sin ese traspaso inminente, es difícil quitarse de encima la sensación de que la actuación de O'Connor en la Vuelta marca un momento decisivo en su carrera. Ya demostró su aptitud para las carreras de tres semanas con cuartos puestos en el Tour de Francia y el Giro de Italia, pero esta Vuelta, independientemente de cómo se desarrolle a partir de ahora, tiene la sensación de ser un punto de inflexión.
“Quizás sea decisivo, por el tiempo que he tenido el maillot, lo cual es súper especial”, dijo O'Connor. “Tener este maillot de líder y poder mantenerlo durante tanto tiempo es algo muy especial. Realmente solo tienes esa oportunidad si puedes ganar la carrera.
“Espero poder encontrarme en esa posición en el futuro, luchando por ganar Grandes Vueltas. He estado cerca del podio en Grandes Vueltas antes, pero nunca he tenido la oportunidad de llevar un maillot. Así que supongo que tienes razón, es un momento especial para mí”.
Sin embargo, con Roglič y Enric Mas acercándose, aún queda por ver hasta qué punto será especial este momento. No por primera vez esta semana, se le pidió a O'Connor que evaluara sus posibilidades de defender el maillot rojo hasta Madrid. “Quiero decir, diría que probablemente bajas”, dijo. “Pero nunca se sabe con el ciclismo”.