En realidad, no necesitas funciones inteligentes y, a veces, empeoran las cosas.

Recientemente, pasé mucho tiempo probando todo tipo de luces para elaborar mi guía de las mejores luces para bicicletas. Probé algunos con cada campana y/o silbido por cientos y cientos de dólares, y también probé muchos en el extremo económico del espectro.

Lo que aprendí es que, con algunas excepciones, las funciones “inteligentes” tienden a complicar las cosas a menos que inviertas tiempo en familiarizarte con todas las funciones. Las luces tontas, o lo que la gente solía llamar “luces de bicicleta”, son mucho más fáciles de usar; simplemente átalos a tus barras, presiona el botón y listo.