“No os olvidaremos y nuestro pensamiento está especialmente con vuestros dos hijos”, le rinde homenaje la Federación Francesa de Ciclismo
Un sentimiento de conmoción se ha extendido por la comunidad ciclista tras la muerte de la ex campeona francesa de atletismo, Cindy Morvan, quien supuestamente fue asesinada a tiros en Calais el viernes, según un informe del La Agencia France-Presse (AFP).
Morvan tenía 39 años y era madre de dos hijos.
El fiscal adjunto de Boulogne-sur-Mer, Patrick Leleu, confirmó a la AFP que Morvan fue asesinada en su edificio de apartamentos en Calais (Pas-de-Calais) el 31 de octubre por una mujer con un “arma de alto calibre”.
El fiscal adjunto Leleu también confirmó que el presunto agresor era “la actual pareja de la expareja de la víctima”. La presunta agresora fue encontrada posteriormente fallecida en su automóvil estacionado en un lote cercano y se encontró una carta en la que expresaba “disculpas por su accionar”, afirmó Leleu.
Se espera que varias personas, incluida la pareja del presunto agresor, sean interrogadas en el marco de la investigación abierta por homicidio voluntario, según el fiscal adjunto Leleu.
La Federación Francesa de Ciclismo (FFC) describió a Morvan como un voluntario apasionado que había estado involucrado en nuestro deporte durante muchos años, miembro del Union Vélo Club (UVC) de Calais, ex campeón de Francia juvenil en pista y entrenador certificado.
“Cindy se comprometió especialmente con el desarrollo del ciclismo femenino en la región de Nord-Pas de Calais. También fue miembro del equipo de embajadores de la FFC. La Federación Francesa de Ciclismo transmite su más sentido pésame a su familia y a sus seres queridos, diciendo NO a todas las formas de violencia. Cindy, no te olvidaremos, y nuestro pensamiento está especialmente con tus dos hijos”.
La alcaldesa de Calais, Natacha Bouchart, rindió homenaje a Morvan en Facebook, afirmando que ella “encarnaba el compromiso y la transmisión de conocimientos”, añadiendo que “no puedo entender ni aceptar que pueda ocurrir una tragedia así”, refiriéndose a una “violencia que nada puede excusar”.