El ciclista australiano no siente la presión de su 'inesperado' maillot rojo, ya que terminar en lo más alto del grupo se vuelve más plausible

Cuando Ben O'Connor abandonó el pelotón en la sexta etapa, no previó el amplio control del maillot rojo y del liderato general de la carrera que tenía al llegar al primer día de descanso de la Vuelta a España, y tampoco lo hicieron sus rivales.

Con 3:53 de ventaja sobre el favorito de la carrera, Primož Roglič (Red Bull-Bora-Hansgrohe), el margen de O'Connor se consideraba una brecha que podía “salirse de control” en la etapa 6, pero con su fuerte defensa del maillot en la etapa 9 del domingo, el ciclista australiano de repente parece una gran amenaza para la victoria general.