“Será divertido disputar mi primera contrarreloj en el Tour como campeón olímpico. Será un momento especial sea cual sea el resultado”, afirma el australiano sobre la tercera etapa
Grace Brown se prepara para su primera contrarreloj desde que ganó una medalla de oro en los Juegos Olímpicos en la disciplina a principios de este mes, y la carrera contra el reloj de la etapa 3 del Tour de France Femmes es una de sus mejores oportunidades de lograr una victoria para FDJ-SUEZ en la carrera.
Aún así, dado que la etapa tiene solo 6,3 km de longitud, no será una tarea fácil para la australiana defenderse de sus rivales y mantener el impulso mientras se despide de la carrera de ocho etapas que es el punto focal de la temporada de su equipo francés.
“Es mucho más corta que la que hice hace dos semanas y no es exactamente para lo que he estado entrenando”, dijo Brown. “Creo que todavía puedo hacer un buen rendimiento, pero es difícil decir si será lo suficientemente bueno como para ganar, porque algunas de estas contrarreloj favorecen a los corredores de tipo velocista”.
“Veremos qué hace falta, pero será divertido disputar mi primera contrarreloj en el Tour como campeón olímpico. Será un momento especial sea cual sea el resultado”.
La contrarreloj, que se disputará el martes por la tarde como segunda etapa del día, también será seguida el miércoles por otra oportunidad, una accidentada etapa de 122,7 km que finaliza donde Brown consiguió su primera victoria en un Monumento en abril, Lieja-Bastoña-Lieja.
“Lieja es una carrera que me ha ido bien, aunque no suele ser la más adecuada para un corredor como yo”, añadió Brown. “Tengo muchas ganas de que llegue esa etapa del Tour. Estar en medio de una carrera por etapas dura es otra historia, pero veremos qué podemos hacer”.
No hay duda de que Brown está en forma para aprovechar al máximo su último Tour de France Femmes y sus últimos meses de carrera. Incluso antes de la medalla de oro olímpica estaba claro que la ciclista de 32 años, que se despide al final de su sexta temporada como profesional, estaba llena de motivación y energía para hacer de esta una despedida inolvidable.
“Poder terminar en la cima es genial”, dijo Brown. “No mucha gente puede lograrlo. Uno espera que su último año sea bueno, pero que realmente lo sea es un sueño”.
“Eso también significa que cuando termine, seguiré amando el ciclismo. Muchos ciclistas profesionales se agotan cuando llegan al final de sus carreras. Yo seguiré queriendo montar en bicicleta. Sigo amando el deporte y siento que eso ha marcado una gran diferencia, el irme con buenos recuerdos”.
Aún queda tiempo para seguir creciendo, no solo durante el Tour de France Femmes, que se disputará en los próximos días, sino también en el Campeonato Mundial de Ruta. Brown ha quedado segunda en la carrera por las bandas arcoíris los dos últimos años, pero el 22 de septiembre en Zúrich tendrá una última oportunidad de llegar a lo más alto.
“Si puedo ganar la contrarreloj, lo habría completado todo”, afirmó Brown. “Estoy contento con lo que he logrado hasta ahora, pero también sería genial tener un maillot arcoíris”.