El 16 de Agosto de 2016, a un grupo de amigos se les ocurrió la idea de ir en bicicleta de Bogotá hasta Manizales, pero dicha historia como en su momento les contamos no solo se trataba de un reto personal, ya que se unieron a la iniciativa #miretoporlaguajira, un proyecto que busca llevar agua a las comunidades wayuu de la Guajira.
Un litro de agua por cada kilómetro recorrido en bicicleta
El grupo estuvo conformado por Julián Ruiz, Santiago Ardila, Jaime Andrés Giraldo, Cristian Sabogal y Victor Giraldo.
¿Por qué Manizales? Porque en el trayecto se encuentra una de las montañas más difíciles para subir en bicicleta, se trata del Alto de Letras, 80 Km subiendo desde Mariquita, en el Tolima, hasta el páramo.
A continuación los invitamos a conocer el relato de uno de los rider que asumió el reto de subir una de las cumbres más difíciles y por supuesto de apoyar a la comunidad de la Guajira.
Relato de uno de los rider que se unió a la iniciativa #miretoporlaguajira
Una vez la idea en la mente empezamos a entrenar para lograr esta loca idea que se nos ocurrió, recorrimos varias rutas cercanas a Bogotá, como la Cuchilla, La Vega, Pacho, entre otros lugares. En estos entrenamientos nos pasó de todo, nos reímos, nos mojamos, nos varamos, incluso llegamos a discutir un poco, ya que no estábamos trabajando en equipo. Pero lo importante finalmente fue que gracias a todos estos entrenamientos, afinamos la mayor cantidad de aspectos para que nuestro sueño se hiciera realidad.
El tan anhelado día
El 10 de noviembre de 2016 los 5 miembros del equipo tuvimos una noche llena de ansiedad, dormimos pocas horas, porque sabíamos que al día siguiente iniciaríamos una aventura que unos meses atrás ni se nos pasaba por la cabeza.
El 11 de noviembre a las 5 am salimos de Bogotá hacia Mariquita bajo una intensa lluvia la cual sumada al caótico tráfico capitalino nos hizo pensar que tal vez no estábamos haciendo lo correcto. Poco a poco fuimos avanzando kilómetros y la ansiedad iba disminuyendo.
En Albán Cundinamarca tuvimos nuestro primero percance mecánico, todos nos quedamos sin frenos debido a la intensa lluvia, tres horas después logramos solucionar dicho percance y continuamos nuestro viaje. Cada vez disfrutábamos más del viaje, de los diferentes paisajes y de la compañía de todos, incluyendo a Natalia Gil que nos ayudó con la logística del viaje y con el registro del mismo, también a Hugo Giraldo (el DT) que nos escoltó durante todo el trayecto y también ayudo con la logística.
Es el primer día de viaje, pasamos por Cartagenita, Facatativá, Albán, Guayabal de Siquima, Viani, Cambao, Armero, Armero guayabal y Mariquita, donde llegamos alrededor de las 4:30 PM después de recorrer alrededor de 180 Km y llegar totalmente exhaustos. Después de lavar nuestras bicicletas y comer, nos fuimos a descansar porque sabíamos que el día siguiente sería la verdadera prueba.
2 Día, el verdadero reto
El sábado 12 de noviembre empezamos nuestro verdadero reto, subir el páramo de letras. Según el pronóstico del tiempo íbamos a tener mucha lluvia ese día, pero no fue así, el clima estuvo de nuestro lado, tanto así que logramos ver el Nevado del Ruiz 20 minutos después de empezar a subir, esta imagen imponente nos acompañó durante 1 hora más o menos. Los primeros 20 Km son subiendo hasta el municipio de Fresno, Tolima, donde llegamos sin ningún contratiempo y en menos tiempo de lo que esperábamos, tuvimos la compañía de un señor de 75 años quien nos contó como él, cuándo estaba joven, hizo varias veces lo que nosotros estábamos haciendo.
El segundo tramo, otros 20 Km de terreno mixto subidas y bajadas (rompe piernas) nos llevó hasta el municipio de Padua, Tolima, donde uno de los integrantes pensó en abandonar el reto, pero el apoyo de equipo no dejo que esto sucediera. Ya con las piernas tocadas, empezamos a subir el tercer tramo, otros 20 Km que nos llevaron hasta el caserío de delgaditas, donde paramos, estiramos, nos alimentamos y nos dimos cuenta que nos faltaba el último pedazo, el más difícil de todos. Teniendo esto en la cabeza y ya con cansancio evidente, continuamos con nuestra aventura que empezó a ser kilometro a kilometro sufrida debido al dolor en la piernas, a la desconcentración, al sentir que el aire no entra a los pulmones de igual manera.
Finalmente no se trataba de 5 riders
Cuando faltaban alrededor de 10 Km para llegar al alto empezaron a aparecer las muestras de cariño de nuestros familiares y amigos. Primero fue la familia de Cristian que con mucha emoción y aprecio nos apoyó de ahí para adelante y nos bautizaron los cucarrones (queriendo decir; escarabajos), en seguida fue Eugenio, ciclista retirado, Familiar de Jaime y Victor, quien en su moto nos apoyó a todos, recordando sus épocas de ciclista, kilómetros adelante se nos unió Juan Camilo y su hermano, miembros de la Fundación Laboratorio Urbano, quienes con #miretoporlaguajira nos enrolaron en apoyar la causa de donar un litro de agua por cada kilómetro recorrido en la bicicleta.
Los últimos kilómetros de ascensión se hacen agónicos, quieres llegar porque sabes que estas cerca, pero el cansancio y dolor físico son muy intensos. Todos comprobamos lo que habíamos leído en un blog de alguien que ya había subido, “los últimos 10 Km son el infierno en bicicleta”. Por fin llegamos, con algo de diferencia entre nosotros, pero nada del otro mundo sabiendo todo lo que recorrimos. En la llegada nos esperaban los Papás de Julián quienes nos recibieron con un cartel enorme de bienvenida.
La felicidad del equipo (ciclistas, DT y Natalia) fue enorme, no lo creíamos, nos abrazamos, algunos lloraron y disfrutamos con nuestras familias y amigos de uno de los mayores retos de nuestras vidas, hecho realidad.
Después de algunos minutos descansando en el alto de letras, empezamos a bajar a Manizales, donde se nos unió en carro la novia de Santiago quien estaba igual de emocionada que todos. Como subir una montaña como esas y no disfrutar de la bajada, pensamos. Hicimos a un lado todo el cansancio y bajamos hasta Manizales en media hora donde llegamos con la satisfacción de un sueño más cumplido.
2 comentarios
Que buena iniciativa. Mis felicitaciones por esta noble causa, admirable y ejemplar en un país como Colombia. Que grato que existan seres humanos como los de esta historia. Después de esto, no habrá montaña grande y menos con sua corazones tan grandes. Muchas bendiciones para ustedes y que viva el deporte Colombiano.
Indescriptible !!
Un sueño escalar las tres grandes de Colombia (La Linea, Minas y Letras), grandes sensaciones. Si lo logras, te quieres comer el mundo. Los sueños van mas allà, escalar el mitico Alped’Huez.