En los últimos cinco años, la práctica del downhill tuvo una explosión en el país. Hay más aficionados interesados; los insumos para el deporte llegan más rápido al mercado y los riders empiezan a brillar en el ámbito internacional
“Hágale. Si quiere cáigame a esta dirección –que es del apartamento de un amigo–, por ahí a las seis y media, y charlamos”, dice Marcelo Gutiérrez, el corredor de Downhill más importante del país, cuando atiende la llamada telefónica de MyBike. Horas más tarde, en la sala de un apartaestudio universitario ambientado con la música de un computador que reproduce las canciones del Hot100 de Billboard; donse se ve una cama de huéspedes arreglada entre el comedor y un sofá, además de maletas y cascos de downhill aquí y allá, y se siente el olor de un té orgánico que se espera ayude a recomponer la voz de Marcelo –enronquecida por un catarro reciente, como recuerdo de sus viajes–, el ciclista nos espera en compañía de otros cuatro de sus colegas que se alistan para ordenar una pizza como cena. “Acabamos de llegar de Toncancipá. Estábamos probando la pista para los nacionales”, dicen todos cuando dan la mano, como si se tratara de una frase que se debe añadir obligatoriamente al saludo.
Así es el estilo de los corredores que practican esta disciplina: descomplicados, amigueros, cordiales. Puedes llamarlos a cualquier hora del día y te pueden contestar hasta en medio de una montada, como Daniel Arredondo “Quiubo, pues… …‘No, nada. Por aquí haciendo una trochita antes de mediodía”. Pueden pasar la semana reunidos saliendo a montar en trochas, echando uno y otro chiste, y luego alistarse para competir –y batirse entre ellos mismos– en unos campeonatos nacionales. Van de una ciudad a otra; se hospedan en el espacio que cualquiera de ellos preste, con el fin de asistir a una competencia. Luego vuelven a su ciudad de origen. Tienen entre 20 y 35 años, generalmente. Con excepción de Carlos Sanchez, quien a sus 41 dice haber visto formarse, crecer y superarse a casi todos los ciclistas que hoy hacen historia en esta disciplina. Pero lo importante es que comparten una misma pasión: la montaña y los descensos.
En esta edición, MyBike habló con varios de los representantes nacionales de esta disciplina a fin de conocer más de cerca sus motivaciones en este deporte; las recomendaciones que le dan a otros aficionados, además de sus logros y retos más importantes.
Marcelo Gutiérrez, el Rey del Crankworkx
El Tetra campeón nacional colombiano se coronó campeón panamericano en 2011 y corre la Copa del Mundo de la UCI desde 2008. En el Crankworx Whistler –el festival de ciclomontañismo más importante del mundo, que se lleva a cabo cada verano en Canadá–ocupó el segundo lugar en 2011, 2012 y lo ganó en 2014. Tuvo su explosión profesional en 2013 cuando ganó el Valparaíso Cerro Abajo de Chile; fue segundo en la Descida Das Escadas de Santos, Brasil. Quedó tercero en Crankworkx Europa y se ubicó en el Top 10 de las competiciones mundiales.
Usted ha dicho que no está contento con su rendimiento de este año. ¿Por qué?
Marcelo Gutiérrez (MG): Básicamente, el rendimiento que tuve en 2013 –superior al que me esperaba– me hizo poner más alta la meta para 2014. Es decir, como ya había sido sexto en algunas competencias, ahora con el equipo queríamos estar en el podio. Esto es ocupar uno de los cinco primeros lugares.
Sin embargo, arranqué 2014 con un incidente en la rodilla debido a un accidente. En enero empecé a entrenar y vimos que un menisco estaba lesionado y ya no teníamos tiempo para una operación porque el calendario estaba encima. Así que tomé el riesgo de arrancar y hacer la cirugía en el descanso de mayo. Y aunque empecé bien porque gané el Panamericano y ocupé buenas posiciones en Sudáfrica y Australia, después de la cirugía, cuando empezamos en Europa, descubrí lo que estaba pasando: por un lado, la rodilla me estaba afectando y, por el otro, el haber tenido un año existoso en 2013, atrajo medios y muchos compromisos. Eso me sacó del foco de lo que hago que es montar bicicleta. Por eso, si comparamos este año con el anterior, pues no fue tan bueno. Hubo resultados decentes. Tuvo altibajos. Tampoco se perdió todo. Pero pudo haber sido mejor, aunque fue interesante y aprendí cantidades.
Sin embargo, en Canadá tuvo una actuación destacada…
Marcelo Gutiérrez (MG): Lo que salvó la temporada fue ganar El Garbanzo, la pista más larga de DH, el Canadian Open –que no me lo esperaba– y el haberme coronado como el Rey del Crankworkx en Whistler Canadá. Esto fue muy bueno porque Whistler es un Bikepark que patrocina la marca y es un evento que atrae muchos medios. Pero en Francia tuve la carrera más horrible de mi vida: estaba agotadísimo; era la última válida de la copa del mundo; la pista más técnica del año. Hice el ridículo. Y también en el mundial, cuando quedé de 22. Ahí sentí que todo se fue al piso.
¿Qué considera que debe mejorar en la siguiente temporada?
MG: Lo primero es dedicarle más tiempo en la bicicleta: espero correr el urbano de Manizales arrancando el año y luego salir al exterior. Ir al Reino Unido a hacer pistas más técnicas. Yo era de los que preferían entrenar aquí –y así lo hice este año– pero lastimosamente las pistas no tienen el nivel de las copas del mundo. No se alcanza la misma velocidad, ni tienen las exigencias técnicas de raíces, o la experiencia de cómo se destroza y evoluciona el terreno en una competencia. En Colombia se disfruta mucho la montada. En Europa, en cambio, las pistas simplemente exigen.
Por otra parte, hay que sacarle cosas a la cabeza: compromisos, eventos, oportunidades, marcas, contratos. Necesito reducir ese número de pensamientos al mínimo para que mi prioridad sea montar en bicicleta. Uno quiere decirle que sí a todo el mundo. Pero si no se regula, termina desviándose del camino.
¿Qué tanto cambió su mundo después de 2013?
Venía muy acostumbrado a como hacía las cosas en Colombia. Acá el rider hace todo. Ahora, en cambio, tengo mecánico, coach, masajista, entrenador en Colombia, y hay alguna logística que aportan los patrocinadores. Y por otro lado, uno siente que se vuelve una empresa: de repente tengo alguien que me ayuda con las redes sociales; otro, con diseños; una contadora y demás. Pero yo no puedo ser mi gerente. Alguien se debe encargar de contratos, de poner orden. Eso tiene que cambiar.
¿En lo deportivo, cómo es su rutina diaria?
Yo suelo hacer siempre fuerza, gimnasio y horas de bici, además de cross country y ruta. En un día común me despierto a las 6:40 a.m. y me alisto para ir al gimnasio de mi entrenador, donde hago mi rutina de trabajo físico. A las nueve pasadas vuelvo por un refrigerio y luego hago de una a dos horas de ruta o cross country. Y, finalmente, en la tarde, busco ir a hacer un poco de downhill, trial, piques, boxeo o pilates. Después atiendo correos, patrocinios, entre otros. Y ya en la noche hago estiramientos y, tal vez, vida social.
¿Qué consejos de entrenamiento le da a los aficionados?
En primer lugar, no tener límites. No dudar de uno mismo porque eso bloquea. La única manera de lograr algo es con ganas y soñando. Eso sí, hay que arrancar con metas claras para cada paso.
En segundo lugar, dedicarle un poco de tiempo al entrenamiento que favorezca el rendimiento de la bicicleta para disfrutar más la montada. Trabajar fuerza en el gimnasio, por ejemplo, para que los brazos no se desgasten tanto. Hacer fondo, ruta o cross country, para ganar estado físico.
Y finalmente, ejercicios técnicos. ¿por qué cree que un tenista va y golpea mil bolas con el lado derecho y luego mil con el lado izquierdo? No es por bobada. Es para memorizar y dominar la técnica. El downhill también tiene eso. De vez en cuando hay que dejar de hacer solo bajadas y entrenar caballitos para uno y otro lado. Subir y bajar el andén. Saltos altos y bajos; sostenidos. En fin: lograr mayor control y manejo de la bicicleta. No siempre es ir a pedalear. Hay que hacer ejercicios para sentirse más cómodo y volverse uno con la bicicleta.
Esteban Zuluaga Mejía
“Empecé en el downhill hace 6 años y lo que más me ayudó fue que para ese momento podía aprender con los mejores deportistas que ha tenido Colombia en esta disciplina”.
Sus mejores momentos: “Cuando gané la Copa Nacional Senior Master en 2011 y obtuve la medalla de plata en el Campeonato Nacional de Ubaté. Actualmente soy cuarto en la general nacional”.
Su mejor experiencia: “Ir a correr una Copa del Mundo en Estados Unidos por primera vez en 2014. Pude conocer pistas más rápidas, con mejores señalizaciones y saltos más grandes”.
Andrés Jarammillo Botero ‘Payaso’.
“Empecé en el deporte por influencia de mi papá. Pero ya no lo practico a nivel competitivo, sino recreativo”.
Su mejor experiencia: “Como downhillero y fotógrafo por profesión, haber recorrido el país tomando fotografías de todas las trochas de downhill y Enduro”.
Su mejor logro: “Ser campeón nacional juvenil en 2002”.
Rafael Gutiérez
“Practico este deporte desde que tengo 10 años, siempre en compañía de mi papá y de mi hermano (Marcelo Gutiérrez). Me de desarrollado más en lo técnico gracias a que de niño arranqué en el bicicrós”.
Sus mejores logros: “Hace tres años empecé a ver resultados que me llevaron a una práctica más profesional: quedé campeón panamericano en 2011. 2013 fue mi primer año como élite. Quedé segundo en Argentina y sexto en el mundial de Suiza”.
Andrés Jaramillo Botero ‘Gomas’
“Yo empecé a montar a los 10, pero entonces –hace 18 años– el downhill solo se permitía a mayores de 16. Por eso practicaba cross country, luego entré a los descensos y ahora me gusta el enduro”.
Sus mejores logros: “Se podría decir que antes de Marcelo Gutiérrez yo era la referencia a seguir. Fui campeón nacional infantil en el 98 y fui campeón nacional de downhill y cross country, de manera simultánea, en 2002 y 2004. También quedé de 16 en un mundial junio –la mejor posición lograda hasta ese entonces–y logré plata y bronce en panamericanos”.
Su legado: “En cierto modo, desempeñé un papel importante en el desarrollo de los patrocinios a corredores. Hasta que yo empecé a gestionar ese tema, no había marcas que apoyaran a los riders”.
Carlos Sánchez
A sus 41 años, Carlos Sánchez es el más veterano entre los corredores del campeonato nacional. “Hace algunos años pensé en retirarmente, a raíz de una fractura, pero, curiosamente, las cosas empezaron a ir mejor, empecé a ocupar buenas posiciones, así que decidí seguir en competencia”, asegura. Actualmente administra el taller de mantenimiento Bike and Tools, que es prácticamente la capilla de los aficionados a este deporte. Actualmente lidera la Copa Nacional y espera correr los campeonatos panamericanos y mundiales en 2015.
Su legado: “Lo más importante que deben tener en cuenta los aficionados y los deportistas que quieren competir en esta disciplina es aprender a divertirse en la bicicleta. En segundo lugar, entrenar con pasión y evolucionar a su nivel. Y si algo resulta difícil, empezar a entrenar mejorando en lo que no le gusta hacer para dominarlo y luego dedicarse a lo demás”.