En Colombia se venden aproximadamente 600.000 bicicletas al año y las ventas cada vez más van en aumento, ya que en nuestro país la bicicleta ha tomado una fuerza inesperada, no solo como deporte sino como medio de transporte. Desde marzo de 2020, la situación de los colombianos cambio por completo debido al confinamiento, y muchas empresas y tiendas de ciclismo tuvieron que cerrar sus puertas al público y a sus proveedores nacionales e internacionales.
El Decreto 593 del 24 de abril de 2020, estableció que a partir del 30 de abril podían volver a la normalidad tiendas y talleres de bicicletas, lo que le permitió al gremio poder reabrir y tratar de recuperarse de las pérdidas de los últimos días, sin embargo, para sorpresa de muchos las ventas se incrementaron como si estuvieran en temporada de Navidad. Situación que se convirtió en el alivio para muchos y que los ayudó por unos días, pero que al poco tiempo la situación se tornó en un problema para otros, pues los productos, tanto accesorios como bicicletas, se estaban agotando y los compradores seguían aumentando.
Este problema en la importación de bicicletas sobrecae en las marcas extranjeras, importadores nacionales de grandes marcas y las empresas colombianas. La gran mayoría suelen aprovisionarse de las operaciones internacionales y se han tenido que ver obligados a sacar bicicletas de años anteriores para poder sostener la demanda debido al incremento de ciclistas y aficionados en las ciudades, ya que ante la situación que todos vivimos hoy en día, la bicicleta se ha convertido en la mejor y más fácil opción de movilidad y uno de los medios más seguros en prevención del contagio de Covid-19; y aunque los pedidos a las empresas productoras se siguen realizando, el problema radica en que la llegada de la mercancía estará para finales del 2020, lo cual hará que la mayoría de los importadores y tiendas se vean afectados por unos meses sin tener productos para vender.
Oferta y demanda
Aunque las ventas de bicicletas en Colombia arrojan indicadores positivos, es de resaltar que los precios también vienen incrementado alrededor de un 10%, incluyendo los accesorios y toda la indumentaria para ciclismo.
Normalmente las importaciones de estos productos se demoran alrededor de 3 meses, debido a que la mayoría provienen de Asia, especialmente de China, Taiwán y Japón. Sin embargo, las transportadoras del mundo han colapsado y están tardándose hasta 5 meses en llevar las mercancías a su destino, esto si no hay inconvenientes internos o externos. Adicional a esta situación, ya sabemos que los vuelos en Colombia se encuentran suspendidos y los pocos que operan en los principales aeropuertos del país, no alcanzan a cubrir los tiempos adecuados de entregas y salidas de mercancías. Por otro lado, las importaciones que llegan por barco también presentan algunas demoras por la misma situación de emergencia sanitaria y los protocolos de bioseguridad que en este medio de transporte son más extensos y complicados, además que el tránsito de la mercancía requiere de otros medios como tractomulas para poder llegar definitivamente al destino final.
Colombia no ha sido el único país que ha tenido gran crecimiento en ventas de bicicletas, también lo ha sido Estados Unidos y algunos países de Europa superando el +4000% en ventas en línea, incluso con salidas de inventarios de 2017 y 2018.
“El problema es que las fábricas chinas, que producen la gran mayoría de partes para bicicletas, no dan abasto para esta demanda que sobrepasa de lejos la oferta”, coinciden las principales marcas que consultó la Revista My Bike.
Hay que destacar que a diferencia de otros países, el mercado colombiano se caracteriza por la confección de ropa de muy buena calidad y afortunadamente varias empresas cuentan con su manufactura en el país, lo que ha ayudado a la venta masiva de ropa deportiva para ciclismo y la construcción de nuevos implementos como lo son los tapabocas y los cuellos para la protección de los deportistas.
Hoy Colombia no hemos llegado al pico general de casos y va en aumento, es por esto que muchas empresas se mantienen con el trabajo en casa para sus trabajadores. Las personas que deben dirigirse a su trabajo se benefician de la Ley 1811 de octubre de 2016 que promueve el uso de la bicicleta y establece como incentivo medio día laboral libre remunerado por cada 30 veces que funcionarios públicos certifiquen haber llegado a trabajar en bicicleta, lo que significa que por 45 días que los empleados pedalean hasta sus lugares de trabajo, ganan un día libre.
A nivel nacional ya llevamos más de 100 días en cuarenta y el 28 de julio el Gobierno emitió el Decreto 1076 mediante el cual se establece ordenar el aislamiento preventivo obligatorio de todo el país, a partir del 01 de agosto, hasta el 01 de septiembre de 2020; lo que hace que las personas que entren en las excepciones para dirigirse a sus lugares de trabajo, puedan utilizar sus bicicletas para movilizarse, alternativa que ayuda no solo al gobierno y la sociedad como método de prevención, sino también a las tiendas de bicicletas para que aumenten sus ventas supliendo las necesidades de algunos ciudadanos que quieran cambiar de bicicleta o comprar una nueva, y los que aun no tienen, adquirir una y entrar en la onda de la bici. A nivel mundial algunos gobiernos como Italia, Francia y por supuesto Holanda, pagan un tipo de subsidio a los ciudadanos que opten por la bicicleta como medio de transporte, y así nuestro país esté un poco lejos de estos referentes mundiales, al parecer tenemos indicios de que estamos rodando por la ruta correcta.