Caídas versus seguridad: un debate para el ciclismo. La cantidad de vehículos en las competencias está aumentado y esta situación no permite un entorno seguro para los ciclistas.
Por: Alexander Carreño
El ciclismo es considerado como un deporte de alto riesgo, no solo por el esfuerzo y exigencia que demanda su práctica; sino también por la completa exposición de la integridad física de quien lo práctica. Esto debido a que la bicicleta no ofrece ninguna protección como una carrocería, parachoques o airbag y los elementos que se usan como el casco, las gafas y los guantes no guardan una relación de protección proporcional al riesgo expuesto.
A esto, por supuesto, hay debemos sumarle que las probabilidades de sufrir un accidente durante una competencia o un entrenamiento son mayores a las de cualquier otro deporte.
A lo largo de la historia, los accidentes y caídas durante las competencias han afectado de forma diferente a los ciclistas. Recordemos la caída de Luis Herrera en la vuelta a España de 1992. Aunque fue dramática no le ocasionó lesiones físicas de consideración y no afectó su clasificación en la general; mientras que las lesiones que sufrieron en una caída Alberto Contador y Christopher Froome durante el tour de Francia de 2014 y Nairo Quintana en la vuelta a España del mismo año, les ocasionaron su retiro y acabaron con sus aspiraciones.
Otras caídas tuvieron consecuencias desastrozas, como la de Mauricio Soler en séptima la etapa de la vuelta a Suiza de 2011, que le ocasionó un severo traumatismo cráneo cefálico y secuelas permanentes; la de Fabio Casartelli en el tour de Francia de 1995 y la de Wouter Weylandt en el giro de Italia del 2011; estas dos últimas, de hecho, cobraron la vida de los ciclistas.
Algunas características evidentes de las caídas que podemos identificar son:
- En la mayoría de ocasiones se presenta el efecto dominó y suelen involucrar a más de un competidor.
- La mayoría de las caídas se presentan cuando el pelotón rueda a gran velocidad especialmente en los descensos y en las llegadas en sprint.
- Existe una relación directamente proporcional entre la velocidad de carrera y la probabilidad que se presente una caída.
- Generalmente ocasionan lesiones físicas al corredor y salvo en situaciones desafortunadas comprometen la vida del ciclista.
- Cuando son muy traumáticas obligan al corredor a abandonar la competencia.
- No hay una posición especial en el lote donde el ciclista no se vea involucrado en una caída, sin embargo una recomendación técnica es ubicarse en el frente o en la cola del pelotón.
También hemos visto que las lesiones físicas más frecuentes que se producen tras una caída dependen del mecanismo de trauma y la superficie que golpea el ciclista.
Algunas de las más frecuentes que se han visto son:
- Escoriaciones, abrasiones y pérdida de piel y tejidos blandos.
- Cortes en la piel con exposición de tejido graso y muscular.
- Traumatismos cráneo-cefálicos, en cara, tórax, abdomen y pelvis
- Fracturas óseas de clavícula, costillas, huesos de las extremidades superiores e inferiores, pelvis, cara y cráneo.
Las caídas representan un fenómeno complejo y multicausal. No es posible afirmar que siempre sean evitables, algunas dependen de la suerte y el azar y de factores que simplemente no se pueden evitar o controlar. Sin embargo en algunos casos el sentido común, la experiencia y la pericia del ciclista son factores fundamentales para evitarlas.
Hemos identificado algunas causas que conducen a la pérdida del equilibrio y control sobre la bicicleta:
- El afilador: Se presenta generalmente cuando se marcha en grupo y hay roce entre la rueda delantera de un corredor y la trasera de otro, que ocasiona la pérdida de equilibrio y caída de quien va a atrás.
- Derrape: Se presenta cuando una rueda de la bicicleta pierde contacto con la superficie, especialmente al tomar una curva cerrada y en presencia de condiciones no óptimas de la carretera como humedad, manchas de aceite, suciedad, etc.
- Enganche: Sucede cuando se enganchan entre sí elementos de la bicicleta como los manillares, desviadores traseros, etc.
- Contacto: Se presenta cuando durante un embalaje hay empujones y codazos que ocasionan la perdida de equilibrio de los corredores.
- Condiciones de la carretera: por irregularidades del asfalto, sobresaltos, paso de nivel, grietas, pérdida de la banca, falta de señalización y advertencias.
- Obstáculos: ya sea por la presencia inadvertida de animales, aficionados, vallas u objetos que el ciclista no logra esquivar a tiempo.
Pero de todas las causas que se puedan identificar, las más indignantes e inaceptables desde todo punto de vista son aquellas ocasionadas por los vehículos y motos acompañantes.
Sobr estas últimsaa nos surgen varios interrogantes acerca de las condiciones de seguridad de las pruebas ¿Qué control existe sobre estos conductores? ¿Qué función cumplen los comisarios de las carreras?, ¿cuáles son los requisitos mínimos exigidos para ser conductor de un vehículo acompañante durante una competencia?
El tema ha cobrado gran relevancia, debido a lo que vimos en las últimas competencias, donde varios vehículos acompañantes ocasionaron caídas y accidentes a los deportistas, como el caso de Peter Sagan a falta de 8 kilómetrods de terminar la séptima etapa de la vuelta a España, que lo obligó a abandonar la prueba.
De seguro ninguno de los conductores tiene la intención de causar daño a los ciclistas; pero con lo que estamos viendo últimamente, la cantidad de vehículos en las competencias está aumentado y esta situación no permite un entorno seguro para los ciclistas. Tal situación requiere establecer nuevas reglas de juego, establecer distancias mínimas, cantidad de vehículos por equipo, etc.